TALLERES

La escuela ha sido y sigue siendo, desgraciadamente, en muchos casos, una estructura ajena a la vida-vida, como diría Myriam Nemirovsky, es decir, a la vida no escolar. Las aulas son espacios abstractos que se repiten con la misma forma, el mismo mobiliario y casi los mismos materiales, donde los alumnos pasan horas y horas sentados haciendo de todo o haciendo cualquier cosa: lengua, matemáticas, geografía, plástica, música… (1)

La propuesta que Francesco Tonucci nos hizo en enero de 2014 fue renunciar a las aulas y en su lugar organizar talleres y laboratorios, tanto interiores como exteriores, fuertemente significativos, en los que las niñas y los niños se movieran de uno a otro según sus necesidades, gustos y/o intereses, y donde se integraran todas las áreas y se posibilitaran todos los aprendizajes.

Éste es, por tanto, desde el curso 2014-15, nuestro planteamiento de trabajo con los niños. La escuela está organizada en Talleres, ya no existen ni aulas ni asignaturas, sino espacios donde se les ofrece un entorno, un ambiente, unos materiales, unas situaciones… reales, significativas, interesantes y variadas para que todos los niños y niñas puedan encontrar respuesta a sus intereses, necesidades o gustos.

 

Taller de Carpintería de San Millan

Taller de Arte de San Millan

Huerta de San Millan

Taller de Movimiento de San Millan

Biblioteca de San Millan

Taller de Ciencia de San Millan

Cada taller ofrece diferentes oportunidades y los niños pueden centrarse y concentrarse en sus tareas, sus proyectos, sus experimentos, sus investigaciones, sus lecturas, sus creaciones… y cada uno puede ir a su ritmo.

En este ambiente relajado se logra desarrollar un pensamiento interconectado y se descubren nuevas relaciones entre la realidad interna y externa. (2)

Procuramos poner a su disposición materiales y situaciones vitales para los intereses personales de los niños de acuerdo a sus etapas de desarrollo y respetamos de la misma manera las actividades espontáneas que surjan o que ellos propongan.

 Lip Dub de San Millan eskola

Los niños eligen a qué taller quieren ir, cuándo y cuánto tiempo se van a dedicar a cada tarea. Éstas se pueden dar por concluidas en una sesión o alargar en el tiempo lo que ellos consideren pertinente: pueden continuar en otro momento, pueden repetir, retomar, rehacer, recuperar… mientras se descubren a sí mismos, se desarrollan y hasta que se sientan saciados.

Esta dinámica facilita aprendizajes de calidad, profundos, esenciales, intelectuales, y desembocará, cuando los niños estén preparados, en otros aprendizajes de carácter más académico, de los que se apropiarán con mucha más facilidad y menos esfuerzo (2).

Esta libertad de movimiento que les ofrecemos les permite hacer en gran medida aquello que les dicta la naturaleza, que siempre tiende a crear un equilibrio entre exterior e interior. Así pues, aprovechan para proporcionar a su cuerpo, a su mente y a su espíritu el equilibrio apropiado.
Como no les obligamos a hacer o a aprender algo en concreto, pasan el tiempo necesario buscando ese equilibrio que les resulte soportable (2) y ellos mismos van probando y experimentando sin miedo y con ilusión.

 

Stephen Heppell:  Se puede conseguir que un niño mejore su rendimiento solo cambiando el espacio físico donde estudia. Nosotros lo hemos conseguido con niños problemáticos en barrios duros de Londres. Pero las aulas no están pensadas para enseñar, sino para controlar.

XL. ¿Cómo serán las aulas del futuro?

S.H. Abiertas, de tres paredes, muy espaciosas… El concepto tradicional de aula perjudica el aprendizaje. Por ejemplo, en una clase cerrada los niveles de dióxido de carbono se elevan conforme avanza la mañana. Es difícil mantener la concentración a partir de 2000 partículas por millón. Pero se pueden alcanzar picos de 4000. Lo único que le apetece a un niño que respira ese aire es armar jaleo.

 

(1)F. Tonucci
(2)Rebeca Wild

Abaltzisketa

Zizurkil