ANTES DE EMPEZAR O EMPEZANDO…
No queremos demostrar nada a nadie. No se trata de tener razón o de estar equivocados. Cada uno de vosotros entenderá de manera diferente, cada uno a su manera.
No tenéis que estar de acuerdo o en desacuerdo. Simplemente esperamos que esta página sea de vuestro interés.
Sed escépticos, no tenéis por qué creer nuestra historia, pero, si os emociona de alguna manera, podéis empezar a soñar algo parecido.
Como dijo Jonas Salk, inventor de la vacuna contra la polio: “La esperanza reside en los sueños, en la imaginación y en el coraje de aquellos que se atreven a convertirlos en realidad.”
LA UTOPÍA ES SÓLO AQUELLO QUE NO SE HA INTENTADO LLEVAR A CABO.
Sueño con crear una escuela especial:
Una escuela en la que sea posible pintar de colores y, entre todos, aulas y pasillos.
Una escuela abierta a la risa y a la esperanza.
Una escuela en la que la calidad humana sea el distintivo de toda relación.
Una escuela en la que todos tengamos algo que enseñar y algo que aprender, incluso de aquéllos que nos parecen menos dotados.
Una escuela en la que cada uno encuentre su lugar.
Una escuela capaz de desdramatizar los momentos más tensos del día con una carcajada y, a la vez, paralizarse ante el dolor de cualquiera.
Una escuela viva con la que todos, en nuestros primeros años, soñamos alguna vez…
Una escuela en la que se miman y se potencian los encuentros personales.
Una escuela en la que cabemos todos: grandes y pequeños, listos y torpes, trabajadores y vagos, porque juntos podemos mejorarnos y ser distintos.
Una escuela en la que no hay vencedores ni vencidos, sino gente que busca su camino.
Una escuela que se felicita por los progresos, pero no descansa hasta que encuentra soluciones válidas para las mayorías y para las minorías.
Una escuela en la que el diálogo y la escucha sean los caminos para hacer o dejar de hacer.
Una escuela realista que prepara para vivir hoy, pero no deja de soñar con el mañana.
Esta escuela que sueño celebra cada día la maravilla de la vida y trabaja confiada, sostenida por el aliento de los suyos. Incluso le sería posible oír a todos los latidos y leer en los silencios.
Juntos podemos hacer una escuela así…, si nos empeñamos.
Mª Ángeles Gallego
Abaltzisketa
Zizurkil