Talleres: CIENCIA

La investigación es el método natural de conocimiento, no la enseñanza, que se opone a la investigación.
Las propuestas escolares deben conectar con el mundo del niño y servir de estímulos a la investigación, partir sólo de situaciones reales y ceñirse a ellas, de manera que resulte irrepetible.
Pero, para ser auténtica, la investigación tiene que respetar algunas exigencias:

  • Puede investigarse sólo acerca de lo que se tiene al alcance, sobre lo cercano.
  • El niño trabaja siempre sobre lo inmediato, y a medida que aumentan sus conocimientos las fronteras de lo inmediato se ensanchan y se hace mayor el alcance de sus manos, de sus ojos.
  • El niño conoce lo que le rodea y en lo que está a su alrededor puede descubrir, hacer evidente, estudiar los componentes de su cultura. Cada auténtico conocimiento se vuelve a su vez problema y entonces el ambiente inmediato se pone en contacto con otros ambientes más lejanos, siguiendo cada vez caminos distintos…
  • La investigación es una actividad típicamente de grupo. Sería absurdo abordar grandes problemas, como lo son todos los verdaderos problemas, con la necesidad de recoger datos, elaborarlos, comprobarlos, etc., cada cual para sí. (1)

 

En el taller de Ciencia de nuestra escuela se llevan a cabo investigaciones auténticas, significativas, atractivas, interesantes… que requieren dedicación, atención y esfuerzo, perseverancia y creatividad.
Hemos constatado que hay una variedad de actividades y tareas que las niñas y los niños más desean hacer según sus gustos e intereses, como son:

  • Trabajar la tierra en la HUERTA (ver apartado Huerta): cavar, girar, abonar, plantar, quitar las malas hierbas, regar, recoger..
  • Preparar SEMILLEROS en tiestos, botes o cualquier otro recipiente y cuidar las semillas hasta que surjan las plantitas que luego trasplantarán y plantarán en la huerta, en el bosque o en sus casas.
  • COCINAR y degustar todo tipo de recetas, sobre todo las que se hacen con los productos de nuestra huerta en cada época del año (ver apartado Cocina).
  • Recolectar todo tipo de plantas, flores, piedras… y hacer colecciones, clasificarlas, ordenarlas… y buscar algún tipo de información sobre ellas.
  • Cuidar, observar y mantener todo tipo de animalillos que encuentran en el campo, tanto en su tiempo libre como en las salidas de la escuela (caracoles, gusanos, insectos, etc.)
  • Observar con el microscopio y las lupas todos los detalles de bichos, plantas, piedras… y guardar las fotos para utilizaciones posteriores.
  • Tener huevos incubando, asistir al nacimiento de los polluelos, cuidarlos y alimentarlos hasta que se hacen grandes y luego llevarlos a alguna casa donde se les pueda hacer seguimiento.
  • Realizar experimentos, pruebas, mezclas, disoluciones, masas, transformaciones, trasvases… manipulando productos variados, tales como agua, harina, sal, bicarbonato, vinagre, aceite, colorantes, etc. y utilizando diversos materiales como probetas, jeringas, cuentagotas, coladores, embudos, balanzas, cables, bombillas, etc. etc.
  • Jugar a todo tipo de juegos de mesa (cartas, ajedrez, parchís, monopoly, bingo…)
  • Ver documentales sobre naturaleza, animales, historia…

 

El taller de Ciencia es, por tanto, a veces un laboratorio químico; a veces, una cocina; a veces, una sala de juegos; a veces, un mercado; a veces, una granja… Siempre un lugar nuevo, lleno de vida y emocionante.

 

Aritmética

A la semana tenemos estipuladas dos sesiones de media hora para trabajar la sistematización del concepto de número, del sistema de numeración y de las operaciones básicas. Los niños están agrupados en cuatro grupos según el momento de su desarrollo en estas competencias.
El trabajo a realizar es propuesto por nosotras atendiendo precisamente a esos procesos de adquisición de estos conceptos matemáticos, y básicamente nos dedicamos a jugar con conceptos de cantidad, de más y menos, de mayor y menor, de relaciones entre números, de distinto y equivalente, etc. para ir llegando a las operaciones más complejas que irán descubriendo por sí mismos.

 

Huerta

Hace muchos años que trabajamos la huerta en la escuela y siempre ha tenido una función principal: ser un centro de observación, de experimentación, de investigación. Sentir y experimentar la VIDA de verdad: la tierra, el agua, las semillas, las plantas, los bichitos, etc.

Por este motivo, muchas veces vamos a la huerta pertrechados con azadas, palas, cubos.. a hacer agujeros, a ver la vida que se desarrolla debajo de la tierra, a tocar, a coger “cosas” interesantes, a hacer fotos o vídeos, etc. para, de vuelta a la escuela compartirlo con los demás, observar en el microscopio, crear hábitats..

Siempre encontramos mundos fascinantes como un hormiguero en donde las hormigas se organizan de manera eficaz cada una haciendo su trabajo, transportando los huevos y los alimentos.. todas trabajadoras inteligentes e incansables.

Estas experiencias son emocionantes y tienen su repercusión también en el ambiente, en las relaciones que se crean cuando hacemos trabajo comunitario al cuidar la huerta, preocupándonos por saber qué necesita la tierra, qué necesita cada planta, cuándo es conveniente plantar, qué plantas al lado de qué otras.. y nos damos cuenta que, como las hormigas, es bueno para todos repartir los trabajos y trabajar de forma cooperativa.

También, por supuesto, nuestra huerta cumple la función que cumplen las huertas convencionales, es decir, después de preparar la tierra, sembrar o plantar las plantas de cada temporada, regar, quitar las malas hierbas y recoger la cosecha, cocinamos todos estos productos de la manera más creativa y sabrosa posible.

 

Cocina

La cocina es un lugar de encuentro para aquellos que realmente disfrutan cocinando.

Es el lugar donde los niños experimentan con los alimentos y donde pueden observar las transformaciones que se producen en los diferentes procesos de preparación de los mismos: cocer, freír, escaldar, rebozar, pochar, calentar, enfriar, congelar, evaporar, licuar, triturar, quemar… (esto contra nuestra voluntad), etc, además de ejercitarse en diversas técnicas manipulativas muy interesantes como son: pelar, cortar, machacar, triturar, batir, amasar, revolver…

Es el lugar donde pueden llevan a cabo sus propuestas e iniciativas personales y donde pueden tomar parte libremente en actividades colectivas, con el fin de repartir o dar a conocer lo que hacen al resto de la escuela, al pueblo o a sus familias. Así, unas veces son los propios niños los que proponen un plato en concreto, otras veces son los adultos los que aportan las recetas. La elaboración de una receta les permite asimismo familiarizarse con las medidas de peso y capacidad y calcular la cantidad necesaria para un grupo numeroso de personas y también acercarse al precio real de los productos y de los platos elaborados.

Hay momentos en los que las propuestas surgen de la escuela, por ejemplo preparar recetas para un día señalado. Pero lo que más les atrae y motiva a los niños es llevar a cabo propuestas propias. De esta manera van desarrollando poco a poco su capacidad de decidir, de pensar, de crear, de ser autónomos..

La cocina se convierte en un laboratorio científico, donde los niños se interesan, observan, formulan hipótesis y comentan muchos procesos y sucesos que se dan mientras preparan las recetas.
Es el lugar donde los niños aprenden por ensayo-error. Cuando preparan las recetas no siempre las cosas salen como esperaban. Por lo que hay veces que tienen que volver a repetir y pensar qué factor es el que ha fallado.

Se dan cuenta de que planificar es importante: cuáles son los ingredientes que van a necesitar, cuándo los van a comprar, en qué momento los van a preparar, cuánto tiempo van a necesitar… son conclusiones a las que ellos mismos van llegando.

Es el lugar donde se evidencia y se completa uno de los ciclos fundamentales de la vida: La semilla que han sembrado en la huerta o en el semillero, esa semilla que han cuidado y observado mientras crecía, se convierte en alimento.

La motivación por comer lo que ha crecido en la huerta gracias a su trabajo y esfuerzo es intrínseca y mucho mayor que si los productos para cocinar se hubieran comprado en la tienda.

(1) F. Tonucci

Abaltzisketa

Zizurkil