Talleres: ARTE
Las actividades expresivas más auténticas en el campo de la expresión artística, como el dibujo con tiza o la pintura, la dramatización, la invención de historias, las marionetas, la rítmica, etc. y en concreto las recreaciones de objetos, animales, personas… de manera fantástica, irreales pero vivas, que, desde luego, no pretenden representar, por ejemplo, “al insecto de seis patitas, con alas simétricas y cuerpo vermiforme de la mariposa del naturalista”, son las actividades que deben tener cabida en la escuela, las que hay que respetar y promover sin juicios ni evaluaciones. Porque es difícil saber lo que cada niño se propone representar, pero sin lugar a dudas quiere poner en el papel, o en la escultura, o en la arena, o en la música, lo que para él es una mariposa: color, movimiento, variedad, etc. Sus mariposas son siempre distintas, una continua búsqueda, una investigación. (1)
Todos los niños poseen potencialidades creativas. Por potencialidad creativa no entiendo en modo alguno capacidad artística, sino capacidad autoexpresiva. Siempre que hago algo personal, algo mío, original, en el sentido de que lo hago porque se me ha ocurrido a mí, que lo hago con la cabeza, que lo comienzo y acabo yo, hago algo creativo…
Creo que la verdadera creatividad no es una técnica ni una materia, sino un modo de enseñar, una actitud, una disponibilidad básica que se funda en la confianza en los demás. Será creativa la enseñanza en la medida en que crea que el niño sabe hacer ciertas cosas y lo ayude a encontrarlas y desarrollarlas; en cambio, será represiva la enseñanza que quiera enseñar, dar, imponer.
En este taller prestamos una especial atención al dibujo de los niños, sabiendo que educar el dibujo significa respetar, ayudar, descubrir juntos: entonces el niño hará cosas estupendas. Basta con estar un poco disponibles y pensar que obviamente el niño razona con su cabeza y no con la nuestra.
Cuando pidamos a los niños que se expresen sobre cualquier cosa, hemos de pedirles que digan lo que piensan, cómo ven tal cosa y no cómo es en realidad.
Sus capacidades sensoriales y perceptivas no están educadas hasta el punto de captar la realidad de manera exacta, ni su interés está orientado hacia ese tipo de realidad; si lo juzgamos por el modo en que ha copiado la realidad, lo que haremos es frustrarlo, y empezará a controlarse a sí mismo, a pensar que él no es capaz y a copiar a los demás o a intentar reproducir los modelos establecidos.
(1) F. Tonucci
Abaltzisketa
Zizurkil